La seguridad de las fronteras es una preocupación primordial para cualquier nación, pero América Latina y el Caribe se enfrenta a retos únicos en este sentido. Con una vasta extensión territorial y costera, una geografía accidentada con cadenas montañosas, y la mayor selva tropical del mundo, nuestras zonas fronterizas son altamente propensas a eventos naturales como terremotos, maremotos e incendios forestales y las mismas características exigen reforzar la seguridad por amenazas como el contrabando, narcotráfico y la deforestación ilegal.

En este contexto, la integración de tecnologías desempeña un papel crucial en la creación de estrategias eficaces para proteger a las comunidades y crear un verdadero ecosistema capaz de optimizar la actuación de los agentes de defensa y emergencias.

Uno de los desafíos más importantes de la seguridad fronteriza es la buena comunicación entre las fuerzas de seguridad pública y emergencias, ya que cualquier interferencia en el contenido o la integridad de los mensajes (sobre lo que se comunica) puede provocar graves fallos en la detección y respuesta en la ayuda a las víctimas en un evento natural y a la actividad delictiva. En este sentido, conviene analizar una combinación de tecnologías que permitan una comunicación clara, integral y segura en tiempo real entre los agentes, así como apoyarse en el alcance de los radios de alta frecuencia (HF) y muy alta frecuencia (VHF).

La protección de las fronteras debe ser constante y eficaz a fin de detectar actividades sospechosas y prevenir amenazas. Hoy en día podemos contar con una infinidad de tecnologías de video, centros de comando y control con IA, sistemas de alerta, sensores de movimiento, softwares de IA incorporados en las cámaras, drones, etc. Todo ello para que ya no sea necesario destinar agentes a mantener la vista exclusivamente en las pantallas 24hx7 y liberar a estos profesionales para que desempeñen tareas estratégicas. Y, además, porque la capacidad humana tiene sus límites y, cuando se trata de seguridad, cualquier detalle que no se identifique puede convertirse en un riesgo importante.

Las cámaras de largo alcance son también importantes aliadas de las autoridades fronterizas, ya que están equipadas con capacidades de detección precisas capaces de identificar anomalías a una distancia de hasta 30 kilómetros, ampliando así el perímetro de seguridad y favoreciendo la agilidad y precisión en las respuestas. Estos dispositivos son también térmicos, diseñados para proporcionar una visibilidad nítida en entornos complejos y extremos, principalmente en infraestructuras militares, aeronáuticas, marítimas y críticas.

El conocimiento de la situación tiene como objetivo aumentar las posibilidades de éxito en las operaciones, por lo que es importante que haya visibilidad y que todo esté centralizado y controlado a través de un centro de comando equipado con software y recursos de análisis que permitan a los equipos obtener la información que necesitan para tomar decisiones. Estas iniciativas permiten a las fuerzas de seguridad proteger zonas remotas y de difícil acceso, como zonas rurales, fluviales y forestales, que suelen utilizarse como vías de escape.

Por su parte el control de acceso también es un componente esencial de la seguridad fronteriza, especialmente en puntos de entrada como puertos y aeropuertos. Las tecnologías de identificación por radiofrecuencia (RFID) para cámaras corporales y de detección de armas ocultas desempeñan un papel importante en el seguimiento en tiempo real de bienes, vehículos e incluso personas. Esta herramienta ayuda a agilizar los procesos de inspección, identificación y autenticación con mucha mayor precisión, manteniendo un alto nivel de seguridad.

El análisis de datos es otro recurso fundamental. Pues con la información correcta y precisa, es más fácil maximizar la inteligencia de las agencias. Los recursos avanzados de análisis de datos permiten a las autoridades identificar patrones, tendencias y comportamientos inusuales que podrían indicar acciones delictivas. El análisis predictivo también puede utilizarse para anticipar posibles amenazas, lo que permite actuar con antelación.

En incidentes de alta gravedad, como catástrofes naturales o incidentes de seguridad en regiones fronterizas, la capacidad de respuesta rápida es crucial. Los recursos de alertas y notificaciones en tiempo real, que pueden compartirse entre diversos dispositivos y entre autoridades de distintas agencias, permiten una comunicación rápida y eficaz. Esto ayuda a coordinar las operaciones de forma más eficiente y a desplegar los recursos y agentes estratégicamente, minimizando los daños. 

La protección en las fronteras es un desafío complejo y con retos cada vez mayores lo cual requiere la colaboración entre múltiples organismos de seguridad pública y emergencias; las tecnologías tienen mucho que aportar para estos desafíos y contribuir para que nuestras naciones puedan estar más seguras.