El desarrollo global de la Inteligencia Artificial (IA) ha sido uno de los temas que ha protagonizado la escena tecnológica en los últimos años, especialmente en los entornos empresariales. 

Solo en América Latina, se espera que para el año 2025 las 5000 empresas más importantes de la región dediquen más del 25% del gasto básico en TI a iniciativas de IA, según estimaciones de IDC.

A pesar de su innegable éxito, el desarrollo de la IA ha venido acompañado de un inevitable debate acerca del impacto de esta tecnología en las personas, los empleos y la sociedad, una discusión que se puede asimilar a la que se generó en los primeros días de la computación en la nube, cuando la transición generó preocupaciones sobre seguridad, rendimiento y funcionalidad.

Sin embargo, las barreras no eran tanto técnicas como de percepción y la resistencia provenía del temor al impacto en los empleos, la relevancia de los roles y la identidad profesional. “Esta transición representó una oportunidad para generar seguridad y garantizar que los profesionales de TI tuvieran acceso a oportunidades de capacitación y desarrollo, más allá de los temores que se pudieran generar a raíz de la novedad”, destaca Marcela Perilla, presidente de SAP para la región Norte de América Latina y el Caribe

Perilla agrega que lo mismo ha pasado con la IA, ya que esta tecnología también ha tenido un gran impacto, y aún más en la vida cotidiana. En materia de empleo, las estimaciones apuntan a que la IA permitirá la creación de 133 millones de nuevos empleos para 2030, según el Banco Mundial, mientras que el impacto para la economía podría alcanzar los 15 billones de dólares con corte al mismo año.

Este impacto esperado hace que sea crucial que tanto empresas públicas como privadas desempeñen un papel fundamental para asegurar que los beneficios de la IA se extiendan a todos. A continuación, les presentamos tres recomendaciones claves de SAP para asegurar que nadie se quede atrás en la carrera de la IA.

Recomendaciones para garantizar una transición inclusiva:

1. Comenzar desde la confianza:

La confianza en la tecnología es fundamental. Para lograr una adopción generalizada, es esencial que la IA se utilice de manera deliberada y transparente, evitando sesgos y garantizando la seguridad, privacidad, cumplimiento y ética en su aplicación. En Ecuador, por ejemplo, se estima que el uso de herramientas de IA en entornos laborales ha alcanzado a 4 de cada 10 empleados, con un 33% de empleados que utilizan estas herramientas casi a diario, según un reciente estudio.

2. Cerrar la brecha de habilidades de IA:

Con la rápida innovación en IA, es crucial brindar educación y capacitación continuas para evitar que los trabajadores tecnológicos se queden rezagados. Esto incluye aprovechar al máximo los programas de formación disponibles, lo cual ayudará a reducir la brecha de habilidades y facilitará la adopción de soluciones tecnológicas.

3. Extender los beneficios de la IA de manera equitativa:

En enero de 2023, el Foro Económico Mundial informó que la división en IA entre el Norte y el Sur Global se estaba profundizando. Este tipo de cifras refuerzan la idea de que las oportunidades educativas y profesionales deben extenderse más allá del sector tecnológico y ser accesibles para las poblaciones subrepresentadas.

En Ecuador, el 82% de las empresas planean iniciar su transformación digital en 2024, según el estudio Think Digital Report 2023. Para que este cambio se pueda dar de manera rápida y derive en mayor productividad para las organizaciones, es vital que un mayor número de usuarios cuenten con los conocimientos para impulsar esta transformación.

No hay duda de que la IA cambiará radicalmente la forma en que las personas viven y trabajan. 


Es por eso que el llamado de los expertos en la materia es a aprender y, de manera conjunta, dar forma a esta tecnología transformadora para que funcione de manera responsable y beneficie a todos los habitantes del planeta.