Seamos claros: a pesar de todo el entusiasmo del año pasado, la IA no es en sí misma una solución mágica: no es una solución instantánea para limitar el calentamiento global a 1,5°C por encima de los tiempos preindustriales.
Por lo tanto, el surgimiento de la IA no debe distraernos del despliegue de las tecnologías existentes: energías renovables, vehículos eléctricos y bombas de calor, y software de automatización y gestión de edificios que optimice los procesos y el uso de energía en edificios.
Considere la industria de los
edificios y la construcción. Esto representa alrededor del 37% de las emisiones
globales de carbono relacionadas con la energía y los procesos,
según el último informe de situación del Programa de las Naciones Unidas para
el Medio Ambiente.
Esto no es ciencia ficción que dependa de los desarrollos futuros de la IA. Es tecnología probada. Ya lo estamos usando en nuestro propio edificio IntenCity en Grenoble, Francia, y también hemos ayudado a muchos otros a implementarlo.
Porque, combinada con estas tecnologías, y con la realidad aumentada, la realidad virtual, las tecnologías de visualización, los gemelos digitales y el Internet de las cosas (IoT), la IA nos permite alcanzar una eficiencia cada vez mayor y más rápidamente. Y cuando se trata de energía, una mayor eficiencia significa menores emisiones de carbono.
Recientemente lanzamos Resource Advisor Copilot. Utiliza la tecnología de procesamiento del lenguaje natural (NLP) basada en GenAI para mejorar la forma en que los equipos de energía y sostenibilidad interactúan con sus datos empresariales.
A través de una interfaz de chat, los usuarios pueden solicitar datos en tiempo real, análisis y visualización mejorados, o hacer preguntas como "¿Cuánto gastamos en electricidad en 2023?" o “¿Pueden detallarnos un plan para descarbonizar mis operaciones para 2030?”
Sin embargo, si se hace bien, la IA puede ser un poderoso y muy necesario acelerador de las tecnologías existentes y acelerar el desarrollo de otras nuevas, apoyando nuestros esfuerzos por mantener el cambio climático bajo control.